Así estaba la entrada del nuclero cuando
llegó Septiembre de 2013. Con una sola pipa de entrada.
A todo esto, mi amiga, Bonita, ya estaba tan entusiasmada como yo con las abejitas nativas; y yo con el hecho de que ya sentía que constituíamos un equipo.
Empezó el trasiego de estas nobles Yateís, a una colmenita
racional, que tiene un espacio para el núcleo de cría y bandejas en un costado
para los cántaros de miel y polen.
Cuando abrimos, nos encontramos con un
nuclero totalmente propolizado.
En la foto, se
puede ver como se organizaron para ocupar un espacio que no estaba pensado para
ellas. Se las ingeniaron y prácticamente cerraron el alimentador sin utilizarlo,
para disminuir el espacio, y, también se ve claramente como organizaron su
acceso. Además de la larga pipa que vimos antes, construyeron por dentro una
amplia y larga galería que termina en la pipa –mi alma de arquitecta me puede.
Se pueden ver en la parte superior de los
cuadros, muchos cantaritos con miel y también muchos con polen. Hay que recordar
que esto lo hacemos a fines de Septiembre, o sea, principios de la primavera.
Luego intentamos sacar la miel de los
cantaritos que estaban expuestos con una jeringa, antes de iniciar el trasiego en sí. Pero vimos que iba a ser mas practico seguir el consejo de Luis y, con las manos muy limpias, quitar la miel estrujando.
Posteriormente quitamos el alimentador y
después trabajamos separando los cuadros (los tres juntos) de las paredes, para
sacarlos como un solo bloque y trabajar con más comodidad fuera del nuclero.
Hecho esto empezó lo más interesante.
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